martes, 22 de diciembre de 2009

Mamá, Diorio, el boxer amarillo y la mar en coche

Para las fiestas me gusta estrenar ropa. Por ahora, clásico: algo rojo para Navidad, algo blanco para el Año Nuevo.

Ayer me fui a dar un mini paseo para comprar algo. Primero por un local de ropa interior (no me gusta el otro nombre del rubro de estos comercios). Pregunté por un boxer que estaba en la vidriera. El pibe que atiende (que si no es gay tengo que llevar mi radar al taller) me dijo que era de niño (jajajaja), y yo, tratando de no parecer tan pelotudo, le dije que quería uno corto… El chico busco un poco, y terminó por mostrarme unos que me encantaron. ¡Los había de todos los colores del arco iris! Y eso no era lo mejor… lo bueno era que son más cortos de lo que esperaba, casi casi un slip, pero boxer…

-Mini boxer-, me corrigió la belleza de vendedor.

Y me llevé uno, amarillo canario. En casa me lo probé y me di cuenta que son los mismos que usa Maxi Diorio y todos los striper’s de Pin Up. Feliz.

También me compré “lo que tenía que comprar”. La prenda blanca me queda pendiente (excepto por otro boxer de ese color, que voy a estrenar también el 31 y que tenía pensado para un pantalón blanco), pero compré tres remeras, una de ellas roja con lunares de colores en el frente. Cuando me la puse se la mostré a mi mamá… y enmudeció.

-¿Qué pasa? ¿No te gusta?-; respondió que sí, dubitativamente y ante mi insistencia me dijo con timidez…

-Es un poco femenina…


Creo que con mamá nos estamos empezando a entender.


PD: En realidad no es femenina (siempre tengo la sensación de que, por este blog, me presento al mundo como Oyi Junco. Por eso aclaro); solo que… creo que mi mamá no se acostumbra a verme vestido de otro color que no sea el negro o gris.

sábado, 19 de diciembre de 2009

The misster of the eight decades

Hoy vino un cliente a la librería (sí, volví a trabajar allí... ya sé, no me digan nada), un hombre muy mayor era, con una vitalidad que no le correspondía. Dejaba de hablar sólo para respirar, y obvio… no escuchaba.
No recuerdo cómo se dio la conversación (el monólogo), acaso una mención absurda sobre Zulma Lobato y Ricardo Fort. Terminamos hablando (habló solo él) de la sin razón de que los “maricones"* (recuerden siempre que era octogenario) se casaran en el Obelisco (¿?). O en el contrasentido de que en Argentina hicieran un funeral a un boliviano (no sé a quién se refirió exactamente), o sus desdichas en New York por hablar inglés londinense (sory man) o cuando casi lo trompean en México cuando le dijo a un compadre que el ron era mejor que el tequila (aunque fuera sin querer queriendo). De todas formas nos quedamos en su “asquito” a los maricones. Me recalcó varias veces que él no era homofóbico, pero “qué necesidad de besarse en público” porque “en la dictadura esto no sucedía”, ¡ah!, pero “¡si sos tan chiquito vos!” y mirá, “ya te enojaste, porque me dijiste usted" (risas del abuelo), porque efectivamente le dije usted. Fue todo muy raro. También nos comentó, así, de la nada, que los maricones no se hacen, nacen (cosa que comparto), que no porque te violen te haces puto, dijo, y también nos contó que el novio de su hermana, allá cuando planeaba el último terodáctilo, lo violó a los cinco años…
Todo muy bizarro, como sacado de Crónica TV, porque debo sumarle su amaneradísimo tono de voz y su afectado movimiento de manos, en cuya derecha llevaba un anillo sacado del arcón de la abuela (de la suya), con piedra de cuarzo rosa en forma de huevo grande incrustada…

Por primera vez no me puse mal, incluso me divertí. Estos son los típicos manotasos de ahogado de la sociedad reprimida-represora: ya nada les queda más que lo que siempre tuvieron, argumentos sin fundamentos.



(*)...hablando de maricones y Fort:


sábado, 12 de diciembre de 2009

Inaugurado

Declaro oficialmente inaugurado mi período de extrema sensibilidad correspondiente al fin de año 2009.

Causas que me llevan a tal decisión:

  • Acabo de ver un video que publiqué hace un año y me largué a llorar.
  • Mis perros cometieron una locura, y me puse muy triste.
  • No dejo de pensar en la gente pobre, y en sus adversidades.
  • En casa no armamos el arbolito, y eso me pone mal.
  • Estoy gordo.
  • Blogger no me hace caso (¡miren lo que es la tipografía!).
  • Escribí esto.
Si dios quiere clausuro el 1ro de Enero.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Para giles

Con esto de las mini vacaciones que estoy disfrutando, al pepe todo día, tengo el sueño cambiado por dormir mucha siesta.
Hoy me levanté temprano y como zombi estuve camindo por la calle. (Extrañamente, con mis ojitos hinchados, me sentía lindo)
Escapándome de la plaza Mitre, tomé San Luis en dirección a Colón. En el piso encontré una dorada moneda de 25 centavos y con total desespero me arroje sobre ella (se nota que ando corto de plata, en especial en monedas de 25). Resultó que dicha moneda estaba adherida al piso, con cemento o símil.
-Un timo perfecto-, me dije sin querer, avergonzado, escapando a la mirada de quien me secundaba en la cuadra.

Nota: La imagen la tomé de aquí: http://billetesymonedas.blogspot.com/2007/12/nuevas-monedas-de-25-centavos.html

jueves, 10 de diciembre de 2009

Gordo

Este año me forjé una nueva excusa… cuando estoy bajo presión, nervioso, me agarra ansiedad, y como. Como de manera desordenada, voraz, a cualquier hora, cualquier cosa. Además respeto las comidas tradicionales, por lo que mi dieta por día se duplica. Lo que con mucho esfuerzo logro bajar en 2-3 meses, en menos de un mes lo subo, rindo parcial y termino gordo como antes. Al principio es gracioso porque es grasa recién adquirida que se deposita en la panza. Parezco flaco, con pancita. Lo peligroso viene cuando esa grasa empieza a buscar lugar propio en el cuerpo, y se va a aquellos lugares que ya conozco. Ahí ya deja de ser gracioso. Intento volver a la dieta, salir a caminar, pero es inútil. Me puedo morir de hambre y cuando necesito bajar de peso no lo hago. De repente viene papá con una docena y media de facturas, o queda media pizza de ayer en la heladera o alguien abre un paquete de grasa con biscochitos y chau dieta. El hambre me puede y una vez roto el régimen ¿tiene sentido continuarlo hasta el final del día? No para mí, que trato de comenzarlo al otro día, aunque sé que no lo haré.

En octubre estaba asustado. Me había ido a 75 en el invierno y tenía tres meses para bajar casi 9 kg. Desde mis tristes años en la secundaria que no tenía ese peso y lo sorprendente es que descubrí que mi cuerpo cambió, ya no me es posible volver al peso de hace un año… es como si hubiese ganado masa muscular (¿dónde estará?) o mis huesos hubiesen ganado volumen. La cuestión es que puedo “estar flaco” pero en la línea de los 70. Eso no me gusta. Yo me sentía YO con 65 kilos, y si bien es verdad que muy bien no me quedaba la ropa era un placer verme en el espejo. He de volverme a resignar y quedarme en esa línea, sin que nadie lo sepa. Además la familia no ayuda en nada. Aquellos que tuvimos problemas con nuestra imagen a causa del peso sabemos lo que se sufre. Por mi parte no creo poder librarme de la sensación de que un lugar es demasiado estrecho cuando en realidad tengo libertad para moverme cómodamente… a veces pienso en el espectáculo que debo brindar en la facultad cuando paso entre dos bancos como si fuera un hipopótamo por una puerta eléctrica. Todos me dicen “pará de bajar de peso que te vas a enfermmar” justo en el momento en el que empiezo. ¿Es que la familia no puede apoyarme en este momento? Que más quisiera que me acompañaran, incluso me cuidaran, no que me reten.

En fin, quería decir una cosa y terminé escribiendo esto. Lo publico igual.

viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Cómo fue?

¿Cómo fue, cuándo sucedio? Toda mi lista de blogs externos masculinos es de gente ¡GAY! Fue sin querer, los fui leyendo y me gustaron, ergo creí que deberían estar en mi lista... Pensar que allá por mediados de 2008 inicié este blog (de una manera fallida, lo reconozco) con la idea de una bitácora personal, de alguien que -además- le gustaban los chicos más que las chicas, pero cuya temática sería otra, la vida misma, no la vida misma "gay". Si fue ayer que miré mis entradas y todas las que pude ver giraban sobre lo mismo (o se apoyaban en eso), y hoy, después de actualizar mi lista de blogs externos, solo una "chonch..." se hace oir entre los demás. Tampoco me voy a engañar... el nombre de este, mi espacio, habla un poco de eso, de todo aquello que finalmente es lo que parece; aquí no hubo ni hay vueltas y los distraídos son los que saben todo.
Dios... es muy difícil nadar contra la corriente, y no me puedo sacar de ensima toda esta cuestión que me atravieza de lleno, como una brochet... No sé por qué digo estas cosas (en especial lo de la brochet, que dicho sea de paso no me convence, pero bueno, lo dejo ahí). No es que reniegue en absoluto de mi estado... creo que cuando uno aprende más o menos a llevar lo que le tocó en fortuna no sólo es fácil sino que hasta resulta divertido. Antes hasta caminaba con las piernas un poco abiertas, como si las tuviera chuecas, para parecer hétero. Hoy me importa todo poco, camino como puedo (recuerdo que Sonia me decía que caminaba raro, ni mal ni bien, raro) y no me importa lo que digan los otros. He de aclarar que no soy la típica loca, porque ya me imagino la imagen que deben tener aquellos que leyeron más de un post. Cuido mi perfil, excepto cuando estoy con gente que se irrita con sólo proninciar la G de gay (¡si también es la G de Gustavo, del Gusti!); con ellos no solo no disimulo, me vuelvo histriónico. Creo que hasta por ellos, personas desagradables, me defino: gracias a toda esa poca gente hoy puedo SER. Termino acá, ya he vomitado, y ahora me siento mejor. A estudiar, por dios, que se me va la vida y Gabo no se va a querer casar conmigo (Gabo en realidad no se quiere casar conmigo, pero eso es para otra entrada).

martes, 1 de diciembre de 2009

Pormeto que me voy a casar

Prometo que me voy a casar. Antes no tenía ganas, después me agarraron un poco. Pero en vista de lo “histérica que se pone la sociedad”... con simples ánimos de irritar, me voy a casar, me voy a besar en la puerta del Civil, voy a sacarme fotos con la fachada de la catedral de fondo... y en la fiesta, vestido con traje color champagne y descalzo (igual que mi prometido, como si fueramos bebes gemelos), vamos a tirar dos ramos de novio. Juro que me voy a casar, aunque mi novio no me quiera para eso.

PD: SE VAN TODOS A LA PUTA QUE LOS PARIO (en especial la jueza Marta Gómez Alsina), son todos hombres y mujeres tristes, y nunca serán mejores.

Apéndice. Sigo caliente. Y acabo de encontrar esto en el diario de hoy, pp 15 (http://criticadigital.com.ar/tapaedicion/diarioentero634web.pdf):

"
Que se casen con una mujer

Opinión

Eduardo Sambrizzi*

Estoy de acuerdo con la suspensión del matrimonio entre dos hombres, ya que el Código Civil establece que el matrimonio debe ser celebrado entre un hombre y una mujer, lo que, por otra parte, resulta del orden natural. Esto no es una cuestión de carácter religioso, como pareció entender el jefe de Gobierno Mauricio Macri, puesto que se trata del matrimonio civil. El fallo que permitía el casamiento entre dos hombres fue dictado por una jueza incompetente para resolver ese tipo de cuestiones, que en la ciudad de Buenos Aires deben ser resueltas por el fuero Nacional en lo Civil. La unión de dos personas del mismo sexo no constituye un matrimonio, y aun cuando se entendiera que ello es una discriminación, la misma no sería arbitraria o injusta, como tampoco lo es la prohibición del matrimonio entre hermanos, o entre un padre o una madre y un hijo. Nada impide a los homosexuales casarse, pero siempre que sea con otra persona del sexo opuesto, lo que también comprende a los heterosexuales.

* Vicepresidente de la Corporación de abogados católicos.

PD: Eduardo: seguí metiendote el cirio en el culo, que tanto te gusta.