domingo, 8 de febrero de 2009

Visible

Ser visible es un concepto que incumbe a la diversidad sexual (no estoy de acuerdo con eso de preferencia ni elección ni nada que connote voluntad: a mi nadie me preguntó si quería o no ser gay... es verdad que hace poco, entre conocidos, salió el tema de una teórica “vacuna”, una suerte de solución si muchos estudios más confirmaban que esto de ser o no ser se daba por cambios físicos en el cerebro por cuestiones biológicas y culturales en la primera infancia y bla bla bla..., yo, como todos, dije que no me pondría ninguna vacuna; simple: no voy a regalar a nadie 21 años de maltrato y dolor, y ni uno de los muchos que me aguardan de alegría).

Visible significa que “si te invitan a una cena, podés ir con tu pareja, y que cuando hablás de él o ella no necesitás controlar cada artículo, o armar la frase sin usar el masculino o el femenino” (pág. 27, Diario crítica, 08feb09).El tema lo recojo de un artículo del diario de hoy en alusión a una nueva primer ministro de un país europeo: la mujer fue elegida como dios manda, y por los medios extranjeros los nativos descubrieron que era lesbiana. Para sorpresa de muchos, a nadie le importó. Para más sorpresa, en ese país, nadie quiere saber. Y no se trata de hacer la vista gorda... simplemente a nadie le importa -literal-, algo que cuesta interpretar. No lo voy a interpretar yo ahora, así que volvamos más cerca. ¿Por qué cuesta tanto intentar ser visible? No hablemos ni siquiera de serlo.

Desde hace tiempo que evito cada vez más hablar por los grandes grupos, como si yo fuera su traductor. Últimamente me limito a considerar muy humildemente (si, como escucharon) una teoría personal, excusándome de antemano si me equivoco. En respuesta humilde, diría que se trata de perder lo mucho que se ha conseguido: armonía familiar, estabilidad laboral, amigos (espero que no una pareja :S)... cosas todas importantes que descansan sobre la gran ilusión que creamos en nuestros valores creados: nuestra familia cree que somos felices, por lo tanto ellos son felices; nuestro jefe cree que somos “normales”, por lo tanto nuestra recíproca relación es normal; nuestros amigos creen que somos como ellos, y, cual paradoja, nos tratan como a ellos. Y el rollo viene cuando, naturalmente, no podemos sostenerles más esa ilusión (porque siempre es por ellos... ¿por ellos?), y nos acusan de mentirosos, se pelean con nosotros, inventan una excusa y nos echan del trabajo o nos dejan de lado. Todo por no haber hablado a tiempo.

Quizás haya expuesto subjetivamente (muy) mi punto de vista. La cuestión a todo esto es que las decisiones que tomamos son personales, y por muy estúpidas que muchas de ellas nos puedan parecer, cada uno que las toma algo de inteligencia tendrá, y en su escala de valores habrá establecido prioridades (antes que nada respeto, si es que lo pedimos)... después de todo soy yo el primero que dice que en esta vida venimos a aprender, algunos más que otros. En fin.

Particularmente no me avergüenzo de nada. Iría de la mano con mi pareja por la calle pero tengo miedo a ser agredido (un miedo casi casi injustificado, pues nadie es tan valiente para decir al otro en la cara: no me gusta lo que hacés; a lo sumo un grupito de adolescentes (o de pobres miserables [pobres no de plata, y por miserables quise decir otra cosa]) que gritan al escapar cosas como “putos”, pero sin identificarse). Lo gritaría a todos, como si a alguien le importara, pero me ata al silencio el hecho de que mi papá no lo sepa de mi boca (esta es mi situación dificil, quizás algún día la comente): yo creo ser muy claro con él, no dejarle dudas, pero el tema explicitamente nunca lo hablé, y sería un terrible bajón enterarse por terceros. Mientras tanto, si preguntan (gentes que no conozcan a papá), no digo nada más que la verdad (por algo preguntan, ¿no?). Después de todo, ¿hay algún problema?, y no levanto el dedo acusador ni amenazo a nadie, simplemente expongo una pregunta que evitamos y postergamos LGBT, héteros, chicos, grandes, blancos, negros... ¿hay algún problema?

PD: si tuviera la costumbre de poner etiquetas a mis entradas, esta tendría la de “exorcizando demonios”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo batallé conmigo misma durante años acerca de este tema. Debo admitir que al igual que tu, yo le tengo un terror tremendo a hacer agredida o insultada por mis preferencias. Me costó muchas cosas en el camino - la desaprobación de mi familia, los chismes en el colegio, el estar constantemente bajo las miradas acusadoras, entre otras cosas- pero ha valido la pena, en el sentido que me he formado como una persona integral y que tiene sus principios bien definidos.

Como no tengo pareja en estos momentos (al lado), no puedo mostrarme jeje, pero estoy segura que después de mi experiencia previa, las otras relaciones serán mejores y, espero, poder mostrarme mucho más. Estoy cansada de esconderme como si fuera una delincuente.

Gracias por este excelente artículo, Gustavo, está genial y me ha estimulado el espíritu.

Un beso.

waukin dijo...

Buen post.

¿La vacuna? ¿y la vacuna contra la intolerancia, y la falta de respeto a los demás?

Un abrazo

Barbi dijo...

Intolerancia??? hacerse visible???
ES tan tonto pensar en esas cosas si uno se pone a pensar(perdón la redundancia). Qué importa la elección sexual de nuestra pareja? Eso es algo que le incumbe a uno mismo. Y no se debe buscar la tolerancia, por que no hay nada que tolerar, en todo caso lo que hay que tolerar es la intolerancia de los demás(perdón de nuevo).
No sé lo que es tener miedo de salir y mostrarse con lguien del mismo sexo, hasta ahora adoro a los muchachos =), pero debe se jodido el estar pendiente de que puede haber algun enfermo que joda.
Pero es como dice mi abuela. Taza taza, cada uno a su casa...
O como digo yo, uno es dueño de hacer de su culo un mundo.

hpereyraf dijo...

Uhmmm creo q somos visibles hasta cierto punto ... yo he caminado abrazado con mi novio ... reconozco q d una manera q deja la duda entre si son solo amigos o estan muy cerca ... digamos como para q la gente crea lo q quiera. Vivimos en sudamerica dear aun tendremos o q mudarnos de continente o esperar un tiempo.

Kaname dijo...

Aparecì!
Me hiciste recordar a un episodio de La liga, donde hicieron la prueba dos chicos gay, de ir de la mano por la calle en capital. La mayorìa de las caras fueron de perplejidad, y algunos que iban en barrita (como siempre) se cagaban de risa. Eso si, cuando fueron con la càmara a preguntarle a esa misma gente que opinaban de los gays, todos respondían que les parecía bien... cri cri. Sinceramente creo que te tiene que resbalar, el querer a una persona no es nada malo y al que no le guste que mire para otro lado, o sea... hay cosas muchísimo peores para preocuparse que la sexualidad ajena, como la intolerancia.