sábado, 5 de marzo de 2011

Diario de mis amantes (una entrada cursi)

(Abvertencia: entrada cursi)

Hace unas semanas una compañera de la librería me contó que de más chica (acaso si eso fuera posible) llevaba un diario en el que contabilizaba y hacía una breve reseña de aquellos chicos a los que había besado.

-Eran tantos que ya no los recordaba-, explicó.

-Gracias a dios yo los cuento con los dedos de mis manos, aún…-, dije.

Pero me di cuenta que tampoco me acordaba de todos con facilidad. Y no es que fueran muchos más que 10 (creo que no), ni que me interesara recordarlos. Pero estoy seguro que un día perderé la cuenta, y como he dicho en alguna oportunidad, un beso para mi es importante, es íntimo, es especial. No beso a mi madre ni a mi hermano ni a mi mejor amigo como beso a un chico, por más que no lo conozca. El beso tiene magia, y yo la siento por todos lados. Hay una técnica para el beso, una para cada situación. Yo beso de “puta madre”, me dijeron casi todos… Algún día escribiré sobre el beso. Hoy no.

Todo esto viene a cuenta para decir que, finalmente, me lancé a la aventura de llevar adelante un diario sobre mis amantes, aquellos que me han robado un beso, o a los que se los he regalado, o con quienes lo he compartido. Ya me percaté que no recuerdo fechas exactas, a veces olvido nombres. Situaciones también. Todas cosas que no quiero olvidar, y que aquí estará mi diario para recordarlas.

Lo empecé hace unos días. Me detuve en mi última andada, aquella que me enredó por –espero- última vez con Ezequiel (la historia parece nunca acabar). Me esforcé y pasé revista desde el primero hasta llegar al último, prometiendo volver sobre alguno en el que ahorré detalle al momento del relato.

Ya sé, todo esto parece muy cursi. Seguramente lo sea, pero a mi me encanta, sobre todo escribirlo.