miércoles, 27 de agosto de 2008

Razones por las que nadie firma mi blog

Yo creé un blog. Con la esperanza de que los demás se dieran cuenta de lo lindo que escribo, sin errores, con coherencia, con cadencia, como pocos. Yo creé un blog con esperanza. De que a alguien le llegue el mensaje escondido entre mis palabras. Y nadie se percata de que yo creé un blog. De que en el escribo cosas lindas, feas, interesantes y boludas. El otro día mi novio me dice que mis entradas son muy personales. Sí, novio mío; son muy personales, porque la gran mayoría de mi público son mis íntimos (yo todavía creo que lo leen, que alguna vez lo leyeron). Pero no. A nadie le importa que yo haya gastado unos muchos minutos escribiendo y pensando algo. Y se me cae la cara de rabia cuando veo otros blogs, con muchas firmas y comentarios, con entradas muy tontas, pero muchos comentarios. Y yo nada. Me siento mal. Me vuelvo inseguro. Y me pregunto que será eso que estoy haciendo mal. ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? Ni siquiera para darme la respuesta se dignaran a escribirme.

Malos.

Yo pensé que me querían. Voy a empezar a no darles bola, a describirles los rumbos de mi vida solo por acá. A ver que pasa. Seguro que nada.

Pero bueno. Voy a seguir adelante. La intención no era hacer este descargo. Pero si Ira me rapta, yo me dejo llevar. Continuemos.

Razones por las que nadie firma mi blog:

· Porque nadie entiende lo que escribo.

· A nadie le interesa.

· Soy muy aburrido.

· Tienen vergüenza.

· Otro lo va a hacer.

Sinceramente no creo en ninguna de estas opciones. Aunque si he de elegir, me arriesgaría por la de que no entienden nada de lo que escribo (y créanme que no creo que sea porque o haga mal… perdonen muchachos por pensar así, pero bueno… me obligan a pensar eso). Me despido. Con tristeza. A veces el mundo me obliga a ser malo.